martes, 1 de febrero de 2011

1912. Conflicto por el cierre del camino al Paular.

Monasterio de el Paular. Principal nucleo excursionista a comienzos del XX.

         Cuando uno camina por el campo una de las dudas que en muchas ocasiones te surge es saber si el camino o senda  por el que transitas es de uso público o no. Y por supuesto lo mismo sucede en la sierra de Guadarrama. Por que al igual que no todo el monte es orégano no todos los caminos son públicos. La casuística es variada, pero el conflicto viene cuando un antiguo camino público se convierte en privado. En algunas ocasiones en la sierra, hemos observado, el problema procede de los años de las desamortizaciones cuando muchas propiedades de la iglesia ( gran propietaria) o de ayuntamientos pasaron a manos públicas. Lo que antaño regía la tradición y la costumbre al pasar a manos privadas se regularizó con nueva documentación, normalmente a beneficio de los nuevos propietarios. No podemos decir si esto es el caso que tratamos  en los siguientes párrafos, aunque tiene pinta, por que no lo sabemos. Pero sirva de introducción en todo caso.

¿ Enrique de Mesa?

            Introducción a un conflicto generado por el cierre del camino que llevaba al monasterio de El Paular, camino que al parecer atravesaba en algún momento ( es posible, deduzco que el propio Puente del Perdón) la  propiedad por aquel entonces del Doctor Ortega Morejón y que  llegó a ser recogido en la prensa  de la época. Los afectados por el corte del camino eran tanto los habitantes de los pueblos cercanos como los pioneros del excursionismo que tenían por aquellos años uno de sus centros en el Monasterio del El Paular.

           Concretamente en el mes de septiembre de 1912,  en el periódico "El Liberal", por dos veces aparecen sendos artículos ( más bien casi denuncias diría yo) por parte de dos conocidos excursionistas e intelectuales.  El día 9 es el poeta Enrique de Mesa el que escribe en el periódico lo siguiente:  

“Pero un día, el gañán que acarrea con su yunta los panes segados y el hortelano que lleva en sus hombros el capacho de las berzas y patatas, el leñador que conduce en su borriquillo la carga de leña, el cabrero que gobierna su hato, el caminante que en demanda de albergue acude, del otro lado de las montañas, al pueblo o al Monasterio, encuentran obstruido e interceptado el paso de siempre, el camino de años y de siglos y la carreta ha de buscar los vados del río,  y el borriquillo ha de lanzarse en la corriente, y el cabrero y el caminante han de orientarse- claro que solo en el estiaje- por las piedras inseguras, musgosas y resbaladizas del cauce.
¿Quien interceptó el paso? El propietario de una finca particular. ¿Por qué? Porque sostiene que el camino en aquel trozo, que deja a un lado y a otro terreno de su pertenencia, y en que se halla enclavado un magnífico puente de piedra, es también propiedad suya.
El pueblo dice a su ayuntamiento: Ese camino es nuestro. El tránsito no interrumpido de varias generaciones desde tiempo inmemorial lo prueba. Los cartujos del Paular, sus constructores, jamás  prohibieron  el común aprovechamiento. El dieciocho o veinte kilómetros de terreno, desde el puente de la Angostura hasta el del Canto, es el único paso utilizable, el único que ofrece condiciones de seguridad en la mayor parte de de los meses del año (..)”
El ayuntamiento requiere al propietario para que franquee el camino; niégase éste, y el Concejo, previas las formalidades y notificaciones necesarias, lo franquea por su propia autoridad.
Después, la Guardia civil recibe órdenes de amparar lo hecho por el propietario; el gobernador interino de la provincia llama al alcalde de Rascafría., le amonesta y…(..)"

Camino hacia el Paular bajando de la Morcuera

               El artículo continua y para ahorrar espacio, es largo,  digamos que finalmente el poeta y excursionista se presentó ( sin cita previa, con un "par")  ante el gobernador de la provincia, Sr. Alonso Castrillo, sin obtener mayor resultado.
                 Pocos días después, otro excursionista y también poeta, Enrique de la Vega, insiste con otro artículo en el mismo periódico, concretamente el día 19,  titulado “ La incomunicación del Paular, carta abierta dirigida al Ministro de la Gobernación".  Algún extracto:
La del Paular, espléndida Cartuja/ por el camino de Madrid. El paso/ que al monumento nacional conduce/ cortado ha tiempo está por la pareja/ de la guardia Civil.
Mientras resuelve/ vuecencia el pleito que sus pasos sigue,/ sobre si ya han pasado a ser dominio/ de Ortega Morejón puente y cañada, / ¿ por que la benemérita protege / estas resoluciones del ilustre/ doctor, mi amigo, frente a cinco pueblos?/ ¿ Por qué ha pedido auxilio?
(..) Tanta es la fuerza de mi amigo insigne don Luis Ortega Morejón Sotero ( tiro su guardia está dispuesto a darme en cuanto asome por aquellos campos. Dios me libre ante esta fiera…(..)
         Esta ultima mención al guarda, tuvo sus consecuencias. Casi dos años después concretamente en  la edición del 7 de febrero de 1914 de "El Siglo Futuro", leemos lo siguiente:
“En Rascafría posee el médico Sr. Ortega Morejón una finca que sirve de paso para el Monasterio del Paular. El propietario cerró este camino, disgustando con ello a los habitantes de aquellos contornos y a las muchas personas que acostumbran a visitar el famoso Monasterio. El poeta D. Enrique de la Vega, haciéndose eco de la protesta general publico unos versos comentando donosamente la medida del dueño de la finca.”
Un guarda de la heredad llamado Sotero García le dirigió con este motivo una carta que consideró ofensiva el señor Vega, formulando la correspondiente querella por injurias.
         ¿Y como terminó todo este embrollo?. Pues no lo sé. Si alguien lo conoce que me lo cuente. Al parecer, la demanda de Enrique de Vega contra el guarda debió de prosperar, pero no sabemos si finalmente se reconoció el derecho de paso o no. Hoy en día el Puente del Perdón es de paso público y junto a el, en una puerta, el otro día vi un cartel que ponía algo así como " Finca de los Batanes, prohibido el paso los fines de semana"